
I Guia para Padres: Por las proximas generaciones.
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Preescolares (3 a 6 años): Introducción gradual y contenido acompañado
Al entrar en la etapa preescolar, los niños se vuelven verdaderos exploradores preguntones. Muchos ya sienten curiosidad por las pantallas porque nos ven a nosotros usándolas. Aquí la recomendación sigue siendo mínima exposición , pero podemos empezar a introducir tecnología de forma muy controlada, educativa y siempre con supervisión . La Asociación de Pediatría sugiere que antes de los 6 años lo ideal es no usar pantallas [14] , pero reconoce que en la práctica a veces a los 4 o 5 años algunos niños ya interactúan algo con dispositivos. Si ese es tu caso, procura que sea menos de 1 hora al día , con contenidos de alta calidad, y nunca como sustituto de otras actividades importantes (jugar al aire libre, dibujar, interactuar con otros niños o con la familia).
Consejos prácticos para 3-6 años:
- Siempre juntos: A esta edad nunca dejes que el niño use una tableta o vea videos a solas en una habitación . Debe ser una actividad más que compartir , casi como ver un cuento juntos. ¿Por qué? Porque a los 3-6 años aún no distinguen bien realidad de fantasía, publicidad de contenido, o si algo que ven es apropiado o peligroso. Necesitan tu mediación constante. Si están viendo dibujitos, míralos con él y comenta: “Oh, ¿viste eso? ¿Te gustó esta parte?” ; si juegas un juego en el iPad, juega tú también o al menos quédate al lado e interesaate. Esto no solo te permite monitorear qué consume, sino que lo enriquece: el niño aprende más cuando un adulto le va explicando y preguntando durante la actividad.
- Elige contenido interactivo y de calidad: En vez de videos pasivos de YouTube (que además pueden saltar a contenidos no deseados fácilmente), opta por aplicaciones o programas diseñados para educar entreteniendo a preescolares. Por ejemplo, “Plaza Sésamo: Respira, Piensa, Actúa” es una aplicación gratuita con personajes de Barrio Sésamo que enseña técnicas básicas de manejo de emociones a los niños [30] . Es genial porque el niño ayuda a un muppet a calmarse con ejercicios de respiración cuando está frustrado – ¡y de paso aprende él! Otras aplicaciones recomendadas para esta edad incluyen Namoo (enciclopedia interactiva sobre plantas con gráficos 3D para despertar su curiosidad por la naturaleza) [31] , o Anatomy Learning (versión infantil) que permite explorar el cuerpo humano en dibujitos interactivos [32] . También hay aplicaciones más tradicionales como rompecabezas, memoria, colorear dibujos en la pantalla… Lo importante es que sean seguras, sin publicidad engañosa y preferiblemente sin acceso a internet abierto. Muchos padres usan YouTube Kids como alternativa más segura para videos; Está bien, pero ojo que YouTube Kids también requiere supervisión porque a veces se cuelan contenidos raros. Tu presencia es la mejor garantía.
- Limite el tiempo estrictamente: Un preescolar no necesita una hora entera seguida con la tableta. Sus cerebros funcionan mejor con sesiones cortas. Puedes decirle: “Vamos a jugar 15 minutos con este juego de letras y luego pasamos a otra cosa” . Usa un temporizador visible. Mejor aún, establece una rutina fija : por ejemplo, media horita de pantalla solo después de merendar y antes de la cena (nunca justo antes de dormir, porque les altera el sueño). Si saben que ese es “el rato de la tele o la tablet” y que luego se apaga, lo toman como parte del día y no como algo que pueden pedir a cada rato. Y procura mantener en el límite recomendado: en total no más de una hora al día de pantalla sedentaria para 2-5 años, según sugieren entidades pediátricas [27] . ¡Una hora es bastante si lo piensas! Equilibra eso con muchas horas de juego activo, cuentos, etc.
- No usar la tecnología como niñera habitual: Todos necesitamos en algún momento ocupar al niño con Peppa Pig 20 minutos para poder tender la ropa o atender una llamada. No te juzgues por ello. La tecnología puede salvarte en emergencias puntuales. Pero intenta que no se vuelva el recurso diario para que “no moleste” . Si notas que ya es costumbre darle el móvil cada vez que vas en coche o cuando necesitas que coma, podría ser señal de dependencia. En su lugar, prepare alternativas : libros con dibujitos para el auto, crayolas y papel para la hora de la comida, ayuditas sencillas en las tareas de la casa (“¿me ayudas a pasarme los ganchos de la ropa?”). Sí, requiere más creatividad por tu parte ya veces menos eficiencia, pero es por su bien.
- Observa su comportamiento: Los niños pequeños a veces dan pistas de sobreexposición: si tu hijo de 4 años está muy irritable cuando apagas la tele, o imita conductas agresivas que vio en caricaturas, o pierde interés en juguetes que antes amaba porque prefiere la pantalla, quizás sea hora de reducir aún más ese tiempo digital. A estas edades, su cerebro se sobreestimula fácilmente . Por eso el contenido debe ser tranquilo, amable, acorde a su inocencia. Tú conoces a tu pequeño: si lo ves ansioso o hipnotizado, haz una pausa digital.
En resumen, de 3 a 6 años mantenemos todavía un alto control y mínima exposición . La tecnología puede ofrecer momentos divertidos y educativos, sí, pero no la necesitan mucho todavía . Úsala como un “bonus” ocasional, no como parte central de su día a día. Tu objetivo principal en esta etapa es que desarrollarán habilidades motrices, lenguaje, sociabilidad, imaginación… y para eso, los juegos tradicionales, las actividades manuales y la atención de papá y mamá siguen siendo la receta estrella. La tablet es solo la galleta de postre , no el plato fuerte.
Niñez (7 a 12 años): Aprender a usar la tecnología con propósito y límites claros
En la edad escolar primaria, aproximadamente de los 6-7 años hasta la preadolescencia, la tecnología empieza a tomar un rol más presente. Los niños ahora sí pueden manejar dispositivos con más destreza, tal vez en la escuela usan ordenadores o tabletas para ciertas tareas, y seguramente piden videojuegos, ven vídeos de YouTubers, etc. Aquí el reto para los padres es acompañar y guiar sin aislarlos por completo (porque la vida social y escolar incluye hoy lo digital), pero manteniendo disciplina en los límites.
Según las recomendaciones actualizadas, de 7 a 12 años conviene limitar el tiempo de pantallas a aproximadamente 1 hora al día , más allá de lo escolar [27] . Y es crucial que no tengan acceso ilimitado a internet a esta edad: siempre debe haber algún filtro o supervisión [33] . Veamos consejos prácticos:
- Establece reglas de uso de dispositivos y cúmplelas: Si tu hijo de 8 o 10 años ya usa una consola, una tableta o ve la tele, define reglas concretas sobre cuándo y cuánto. Por ejemplo: “Puedes jugar Nintendo solo viernes, sábados y domingos máximo 1 hora por día; entre semana nada de consola para enfocarte en el cole”. O: “La tablet se usa máximo 30 minutos después de hacer la tarea, si ya terminaste tus deberes.” Estas reglas dependen de tu criterio, pero sé específico. Y algo vital: usa controles de tiempo automáticos si es posible . Muchas tablets y móviles permiten configurar límites diarios (así, cuando se cumple la hora, el aparato se bloquea). En consolas se puede configurar un temporizador o, si no, pon una alarma tú. Esto quita presión de encima, porque no eres “el malo que le quita el juego”, sino que “se acabó el tiempo establecido”. Ayuda mucho a evitar discusiones.
- Prioriza las responsabilidades antes del ocio digital: Enseña a tu hijo que la tecnología es un privilegio que se gana , no un derecho automático. Primero la tarea, primero ordenar su cuarto, primero jugar un rato afuera si el día está lindo… y luego de postre , sus 30-60 min de pantalla recreativa. Un truco: haz un cuadro de rutinas diario donde esté dibujado o escrito: De 4-5 pm tarea, 5-6 jugar afuera o leer, 6-6:30 pantallas, 7 pm cenar, etc. Al verlo claro, reduce el “¿puedo jugar ya?” cada 5 minutos.
- Supervisión de contenido e interacción online: A esta edad muchos niños quieren entrar a plataformas como YouTube (a ver vídeos de Minecraft, por ejemplo) o jugar en línea. No los dejes solos en el océano de internet . Si usan YouTube, mejor que sea YouTube Kids y aún así revísalo periódicamente. Si juegan en línea (Roblox, Minecraft, Fortnite suelen ser populares), configura controles parentales para limitar con quién pueden chatear. Explícales que no deben dar información personal ni hablar con extraños en juegos [25] . Pon la computadora o consola en una zona común de la casa, nunca en su cuarto con la puerta cerrada. Así puedes echar un vistazo de vez en cuando. Es fundamental porque a esta edad son ingenuos y vulnerables a riesgos como Grooming o Bullying en línea. También aprovecha para enseñarles herramientas digitales : cómo buscar información para el cole de forma segura (por ejemplo, usar Wikipedia para niños), cómo distinguir un sitio oficial de uno dudoso, etc. Esta alfabetización digital temprana les dará bases para adelante más.
- Fomenta proyectos creativos con la tecnología: No todo con pantallas tiene que ser pasivo. A los 8-12 años muchos niños disfrutan creando contenido si se les guía. Pueden programar cosas sencillas en plataformas visuales como Scratch (muy recomendable para introducirlos a la lógica de la programación con juegos). O si le gusta dibujar, hay aplicaciones de dibujo digital adecuadas para niños. ¿Le encanta la música? Prueben juntos alguna aplicación para crear canciones sencillas. ¿Fanático de Lego? Existen aplicaciones para diseñar construcciones virtualmente. La idea es mostrarles el lado activo y creativo de la tecnología, para que no solo consumas vídeos de otros. Por ejemplo, hay niños que en vez de ver YouTube, se animan a grabar su propio vídeo con un experimento de ciencia para la clase – aunque no lo suban a internet, el mero acto de hacerlo los pone a aprender guion, editar, etc. Otro ámbito genial es usar apps educativas como las mencionadas: Smartick para mejorar matemáticas diariamente adaptadas a su nivel, Duolingo para aprender idiomas jugando (ideal si en el cole llevan inglés, esto lo refuerza), Kahoot! para repasar conocimiento con quiz en familia. También BrainPOP o Smile & Learn son plataformas de aprendizaje lúdico. Si tu hijo descubre que con la tablet puede hacer cosas chulas (animaciones, historietas, aprender trucos de magia viendo tutoriales), la verá como una herramienta de crecimiento y no solo como escapismo.
- Conversen sobre lo que ven en redes o en medios: Aunque oficialmente no deberían tener redes sociales propias antes de los 13 (y de preferencia esperar incluso más), muchos niños ya ven TikTok o usan WhatsApp en dispositivos de los padres. Habla con ellos de contenidos esos virales que les llaman la atención. Por ejemplo, si tu hija de 11 ve bailes en TikTok, conversa sobre qué opinan, si cree que todos en TikTok son así de felices como aparentan, etc. Enséñale a ser un poquito escéptico: “Mira, muchos videos tienen filtros, no todo es real” . Si ve noticias en YouTube (tipo youtubers que cuentan cosas), coméntalas juntos. Mantén el canal de comunicación abierto para que cuando tengas dudas o veas algo perturbador, acuda a ti.
- Refuerza hábitos saludables offline: No queremos que su mundo gire en torno a una pantalla. Así que asegúrese de mantenerlos ocupados en actividades físicas, artísticas, sociales . Que sigan yendo al parque, en bicicleta, a nadando, que tengan libros adecuados a su edad para leer por placer, que hagan manualidades, cocinando galletas, tocar algún instrumento, etc. Mientras más rico y variado sea su mundo real, menos dependencia tendrán del mundo virtual. Y cuando use la tecnología, su mente la verá como una parte más, no como lo único divertido.
Importante: Entre los 7 y 12 años verás cambios enormes. No es lo mismo un niño de 7 (todavía muy inocente y sencillo) que uno de 12 (ya acercándose a la adolescencia, queriendo más independencia). Ve ajustando las reglas conforme crecen , siempre explicándoles el porqué. Por ejemplo, a los 7 quizás nunca le das el móvil; a los 10 te permite usar tu teléfono un rato para jugar; a los 12 tal vez ya tiene una consola propia o una tableta para estudiar. Cada paso viene con prácticas sobre responsabilidad. Enséñales que la confianza se gana: “Te dejo usar esto, pero confío en que respetarás las normas que acordamos”. Y si fallan (se saltan un límite, ven algo indebido a escondidas), no solo castigues sin más: habla sobre qué pasó, por qué les hizo mal, y reafirma límites. La constancia y cercanía en esta etapa construirán los cimientos para la adolescencia, donde el desafío será mayor.