Un gigante milenario en peligro

Los elefantes han caminado sobre la Tierra por millones de años , siendo descendientes de un linaje prehistórico de más de 60 millones de años de antigüedad   . A lo largo de las eras han sobrevivido enormes cambios ambientales – desde la última Edad de Hielo hasta climas tropicales – gracias a su asombrosa adaptabilidad . Se estima que existieron más de 350 especies distintas de proboscídeos (el grupo de los elefantes) en la prehistoria, pero en la actualidad solo sobreviven los elefantes africanos y asiáticos  . Estos gigantes terrestres, los mayores mamíferos del planeta, han logrado persistir a través del tiempo evolucionando rasgos únicos: por ejemplo, los antiguos mamuts peludos dieron paso a elefantes de piel casi desnuda y orejas enormes que les ayudan a refrescarse en climas cálidos.

. Sin embargo, tras sobrevivir durante milenios a depredadores naturales y cambios climáticos, hoy los elefantes se enfrentan a su desafío más grave : la actividad humana.

 

En las últimas décadas, las poblaciones de elefantes han sufrido una disminución alarmante. Hace apenas un siglo, África albergaba alrededor de 12 millones de elefantes , pero hoy quedan cerca de 400.000  . Esta drástica caída se debe principalmente a la caza furtiva y el comercio ilegal de marfil. Cada año, al menos 20.000 elefantes africanos son abatidos para extraer sus colmillos . De continuar esta tendencia, científicos y conservacionistas advierten que en algunas regiones la especie podría extinguirse en las próximas décadas. Los elefantes asiáticos tampoco están a salvo: además de la caza ilegal, sufren la pérdida de hábitat por la expansión humana, lo que genera conflictos entre comunidades y paquidermos. Irónicamente, luego de haber sobrevivido a todo tipo de adversidades naturales, es el ser humano quien amenaza ahora con borrar de la Tierra a estos animales ancestrales.

 

La caza furtiva y el valor del marfil

La demanda de marfil –conocida poéticamente como “oro blanco” – ha sido desastrosa para los elefantes. Los colmillos de marfil, codiciados por su uso en joyería, esculturas y objetos de lujo, alcanzan precios exorbitantes en el mercado negro. Esto ha alimentado mafias internacionales que trafican con marfil, financiando la matanza de elefantes a una escala industrial. Se calcula que en África, durante la pasada década, llegaba a morir un elefante cada quince minutos a manos de cazadores furtivos   . Los elefantes de bosque (más pequeños y con colmillos más densos) han sido especialmente diezmados, con una reducción poblacional de más del 60% en una sola década   . Frente a esta realidad, la especie entera se ha catalogado como vulnerable o en peligro de extinción , y la protección de cada ejemplar se ha vuelto crítica para su supervivencia.

 

A los ojos humanos, los imponentes colmillos son el rasgo más llamativo del elefante – símbolos de poder y objeto de codicia – pero para el propio elefante resultan casi secundarios comparados con otra pieza de su anatomía: sus dientes molares . Existe aquí una paradoja sorprendente. Los colmillos (que en realidad son incisivos modificados) les sirven para defenderse, buscar comida o incluso cavar en busca de agua en épocas de sequía   , y son la razón por la que muchos son cazados. Pero los elefantes pueden vivir sin colmillos; De hecho, algunas hembras asiáticas ni siquiera los desarrollan. En cambio, sus muelas molares – con las que trituran las enormes cantidades de vegetación que comen a diario – determinan cuánto tiempo puede vivir un elefante . A lo largo de su vida, un elefante reemplaza sus muelas cinco veces , renovando su dentadura para poder seguir alimentándose conforme crece su enorme mandíbula . Cuando emerge el sexto y último juego de molares, no habrá más recambios. En su vejez, si esos últimos dientes molares están desgastados y ya no puede masticar su comida , el elefante inevitablemente morirá de hambre . En otras palabras, el “detalle”         


más vital para un animal tan colosal no son sus famosos colmillos, sino el buen estado de sus muelas. Esa es la trágica ironía : los cazadores persiguen a los elefantes por un trofeo de marfil superficial, mientras que el verdadero tesoro para la vida del elefante – sus dientes – se erosiona silenciosamente con el tiempo.

 

De la caza legal a la protección: leyes en Kenia

Durante gran parte del siglo XX, la caza de elefantes (ya fuera por deporte o comercio) era legal o estaba débilmente regulada en muchos países de África. Esto contribuyó a la masacre de cientos de millas de elefantes. Sin embargo, con el drástico descenso de la especie, varias naciones comenzaron a reaccionar. Kenia es un ejemplo emblemático de este cambio. Hace décadas, Kenia permitió la caza deportiva de fauna silvestre, pero al ver sus elefantes al borde del colapso, tomó medidas audaces: prohibió totalmente la caza de elefantes y declaró la guerra a la caza furtiva. En 1989, Kenia lideró un llamado internacional destruyendo públicamente sus reservas incautadas de marfil – una quema histórica que contribuyó a la prohibición global del comercio de marfil ese mismo año . Desde entonces, el país ha mantenido una postura de tolerancia cero hacia la caza ilegal.

 

En la última década, las leyes kenianas se han endurecido significativamente para proteger a estos gigantes. En 2013, Kenia introdujo leyes estrictas de conservación de la vida silvestre para fin de frenar el lucrativo contrabando de marfil   . Actualmente, matar un elefante o traficar partes de este animal conlleva penas severísimas: los cazadores furtivos y traficantes pueden enfrentar cadena perpetua en prisión   . Incluso la mera posesión de marfil se castiga con años de cárcel, y las autoridades han llegado a proponer la pena de por vida para quien sea sorprendido con colmillos ilegales   . Estas medidas reflejan un cambio radical con respecto a la impunidad de antaño. Además de leyes duras, Kenia ha emprendido operaciones de alto perfil para enviar un mensaje claro. En 2016, el presidente keniano Uhuru Kenyatta supervisó la quema de 105 toneladas de marfil confiscado –provenientes de unos 6.700 elefantes– en una ceremonia simbólica frente a la prensa mundial . Esta enorme hoguera de colmillos, la mayor de la historia, declaró al mundo que el marfil no tiene valor comercial legítimo , solo pertenece a los elefantes y será destruido antes que vendido .  

 

Los resultados de esta férrea protección legal comienzan a verse. Contra todo pronóstico, la población de elefantes en Kenia ha aumentado en los últimos años. De hecho, en los últimos 30 años el número de elefantes kenianos se ha duplicado , gracias a las agresivos contra la caza furtiva, medidas y al esfuerzo conjunto de guardaparques, comunidades locales y organizaciones internacionales . Esto demuestra que, cuando existe voluntad política y aplicación de la ley , es posible dar un respiro a la especie y recuperarla del borde de la extinción. Kenia sirve de esperanza y modelo para otros países: donde antes era legal (o al menos común) cazar elefantes, hoy se les brinda protección estricta. No obstante, la lucha está lejos de terminar mientras persista la demanda de marfil en el mundo. La cooperación internacional sigue siendo imprescindible para cerrar mercados ilegales y apoyar a las naciones africanas en la defensa de su herencia natural .                                                                   

 

Orfanatos de elefantes: una segunda oportunidad

Un cuidador alimenta con biberón a una cría de elefante huérfana en el orfanato de Nairobi, Kenia  . Estos centros de rescate salvan a las crías cuyos padres fueron víctimas de cazadores furtivos, dándoles una nueva oportunidad de vida.

 

En paralelo a los esfuerzos legales, en países como Kenia han surgido iniciativas conmovedoras para cuidar y rehabilitar a las crías de elefantes huérfanas . En Nairobi, por ejemplo, funciona un orfanato pionero fundado en 1977 por la conservacionista Daphne Sheldrick, dedicada a rescatar elefantes.


bebés cuyos padres han sido abatidos por la caza furtiva   . Actualmente, unas treinta crías de elefantes viven allí rodeadas de cariño, bajo el cuidado de un equipo de cuidadores entregados   . Estos huérfanos llegaron traumatizados muchos vieron a sus madres ser asesinadas para abastecer el comercio ilegal de marfil – y al principio muestran signos de agresividad y duelo. Los cuidadores, conscientes de la profunda inteligencia emocional de los elefantes, se convierten en sus padres adoptivos : les brindan atención constante, juego y consuelo para suplir la ausencia materna . A las crías más pequeñas (menores de un año) incluso se les arropa con mantas durante la noche, imitando el calor que se sentirían junto al cuerpo de su madre . Poco a poco, gracias a esa dedicación, las crías recuperan la confianza y vuelven a comportarse juguetonas y curiosas, estableciendo lazos afectivos muy fuertes con sus cuidadores – llegándolos a seguir e interactuar con ellos casi como lo haría una mascota leal con su dueño.      

 

El día a día en un orfanato de elefantes revela la magnitud del compromiso necesario. Las crías necesitan alimentación especializada: cada bebe enorme biberones de leche formulada, hasta ocho veces al día , que los cuidadores les preparan a cualquier hora en cuanto los reclaman . Desarrollar una fórmula láctea adecuada no fue fácil; durante años muchos elefantes rescatados no lograron sobrevivir, hasta que finalmente el centro dio con la receta idónea que imita la leche materna .

. Esa leche especial, importada a gran costo, junto con suplementos médicos, atención veterinaria y vigilancia 24/7, implica que cada elefante bebé requiere una inversión considerable para salir adelante. Sin embargo, el resultado vale cada esfuerzo: tras varios años, cuando estas crías crecen y se fortalecen, el orfanato inicia el lento proceso de reintegrarlos a la vida salvaje . A los dos o tres años de edad se les traslada a reservas naturales (en Kenia suelen llevarlos al Parque Nacional de Tsavo) donde gradualmente aprenden a valerse por sí mismos en un entorno protegido . Los cuidadores describen este proceso como el más difícil pero a la vez el más gratificante: deben despedirse de sus “ahijados” tras haber formado con ellos un vínculo casi familiar, pero los ven responder al llamado de la naturaleza y unirse a manadas silvestres . Muchos de los elefantes rescatados terminan integrándose con éxito en poblaciones salvajes, e incluso regresan de vez en cuando a saludar a sus amigos humanos en el centro, una prueba emotiva de la memoria y lealtad que caracterizan a esta especie.

 

Estos orfanatos de elefantes, además de salvar vidas individuales, cumplen una función educativa y simbólica poderosa. Permitan al público (local y extranjero) acercarse a estos animales y comprender su situación. Por ejemplo, el orfanato de Nairobi abre sus puertas una hora al día para que visitantes de todo el mundo vean de cerca a las crías jugando en el barro y tomando su biberón gigante   . Escuchar las historias de cada elefante – cada uno con nombre propio – y ver su personalidad alegre recuperada tras la tragedia, genera en la gente una conexión profunda con la causa de la conservación. Iniciativas así han demostrado ser armas contra la caza furtiva por una razón clara: transforman el dolor en esperanza. Donde un cazador furtivo dejó una vida, los conservacionistas ofrecen una segunda oportunidad. Cada elefante huérfano que vuelve a la sabana es un símbolo viviente de resiliencia y una llamada a valorar la vida silvestre por encima del lucro.

 

Un llamado a la concientización

A pesar de todos los desafíos, la historia de los elefantes aún no está escrita en piedra. La humanidad tiene en sus manos la posibilidad de evitar la desaparición de estos seres irremplazables. Los elefantes no son solo una maravilla de la evolución por su tamaño, longevidad y comportamiento social; también son ingenieros de sus ecosistemas , dispersando semillas, derribando árboles para abrir claros y creando pozos de agua donde beben otras especies . Su pérdida sería un golpe irreparable para la biodiversidad del planeta. Por eso, la protección de los elefantes no es únicamente un asunto de un país africano sino un esfuerzo global que nos involucra a todos. Desde la promulgación de leyes más estrictas y la persecución del tráfico de vida silvestre, hasta el apoyo a reservas, orfanatos y programas.


de turismo responsable, cada acción cuenta para garantizar un futuro con elefantes en nuestros bosques y sabanas.

 

En última instancia, salvar a los elefantes requiere atacar la raíz del problema: reducir la demanda de marfil y aumentar la conciencia. Afortunadamente, ha habido avances en este frente por ejemplo, China (el mayor mercado mundial) cerró su comercio interno de marfil en 2017, y otros países han seguido su ejemplo prohibiendo la venta de este “oro blanco”. Cada vez más personas alrededor del mundo entienden que un colmillo en exhibición conlleva la muerte de una criatura magnífica y sensible. Cambiar actitudes culturales y combatir la pobreza (que empuja a algunos a la caza furtiva) son tareas difíciles, pero indispensables para la convivencia armoniosa entre humanos y fauna.

 

Al cerrar este capítulo, la invitación al lector es a no olvidar a los elefantes . Que el cariño y admiración que probablemente sientes por ellos tras conocer su historia se traduzca en apoyo a su causa. Sea difundiendo información, aportando a organizaciones conservacionistas, visitando santuarios éticos o exigiendo a los gobiernos mano dura contra el contrabando, todos podemos sumar. Los elefantes, esos gigantes esos sabios que han visto pasar milenios, merecen un lugar en el futuro que construiremos. Como dice un proverbio keniano citado por un guardaparque: "Nuestro medio ambiente es nuestra herencia. Si no conservas tu medio ambiente, ¿qué vas a entregar a tus hijos?" . Proteger a los elefantes hoy es proteger la herencia natural de la humanidad para las generaciones venideras.  

 

Referencias:

 

 

 

¿Conoces la Evolución de los elefantes? - Las especies extintas

https://www.anipedia.net/elefantes/evolucion- elefantes/

 

Elefante | Historias | Descubre WWF

https://www.worldwildlife.org/descubre-wwf/historias/elefante

 

El orfanato de bebés elefante de Kenia, un arma contra la caza furtiva -

EFEverde

https://efeverde.com/el-orfanato-de-bebes-elefante-de-kenia-un-arma-contra-la-caza-furtiva/

 

El cambio de dientes en los elefantes provoca un efecto yoyó en su peso

https://www.agenciasinc.es/Noticias/El-cambio-de-dientes-en-los-elefantes-provoca-un-efecto-yoyo-en-su- peso

 

Marfil - Wikipedia, la enciclopedia libre

https://es.wikipedia.org/wiki/Marfil

 

Kenia quema 105 toneladas de marfil contra la caza ilegal | RTVE https://www.rtve.es/noticias/20160430/kenia-quema-105-toneladas-marfil-para-luchar-contra-caza-ilegal-elefantes/ 1347858.shtml    

Kenia plantea la cadena perpetua para quienes posean marfil https://www.abc.es/natural/biodiversidad/abci-kenia-plantea-cadena-perpetua-para-quienes-posean-marfil-201804021217_noticia.html

Kenia quema 105 toneladas de marfil confiscadas | Fotos | Internacional | EL PAÍS

https://elpais.com/elpais/2016/04/29/álbum/1461927378_876297.html

 

Los agentes de Kenia en primera línea para combatir los delitos contra las especies silvestres https://www.interpol.int/es/Noticias-y-acontecimientos/Noticias/2021/Los-agentes-de-Kenia-en-primera-linea-para-combatir- los-delitos-contra-las-especies-silvestres 

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